Queridos amigos del foro.
Hoy recibí un mensaje de un amigo muy querido, y me pareció tan
bello que quiero compartirlo con ustedes.
EL SANTO ROSARIO
Yo siempre me preguntaba:
¿ A quién se le habrá ocurrido repetir las Avemarías tantas veces ?
¿ Que sentido tiene ? , etc,etc.
Ahora que lo se, lo comprendo, y cada vez que se rece, cada Avemaría
es una preciosa rosa que le entrego a la Virgen.
Estoy seguro que todos conocemos esta bella oración que es el Santo
Rosario.
Una leyenda cuenta que un Hermano Lego en un Monasterio de la Orden
de los Dominicos, no sabía leer ni escribir, por lo que no podía leer los
Salmos, como era la costumbre en los conventos de la época.
Entonces cuando terminaba sus labores por la noche (él era el portero,
el barrendero, el hortelano, etc,….) se iba a la Capilla del convento y se
hincaba frente a la imagen de la Virgen María, y allí recitaba con la
Biblia en la mano un Ave María por cada Salmo que no sabía leer, en
total, guiándose por lo que veía, 150 Aves Marías (dado que son 150
Salmos), luego se retiraba a su celda a dormir.
Por la mañana, de madrugada, se levantaba antes que todos sus
Hermanos y se dirigía a la Capilla para repetir su costumbre de Saludar
a la Virgen.
El hermano Superior notaba que todos los días, cuando él llegaba a la
Capilla para celebrar las oraciones de la mañana con todos los monjes,
había un exquisito olor a rosas recién cortadas, le dio curiosidad por lo
que preguntó a todos, quién se encargaba de adornar el Altar de la Virgen
tan bellamente, a lo que la respuesta fue que ninguno lo hacía, y los rosales
del jardín no se notaban faltos de sus flores.
El Hermano Lego enfermó de gravedad; los demás monjes notaron que el
Altar de la Virgen no tenía las rosas acostumbradas y dedujeron que era
el Hermano enfermo el que ponía las rosas.
¿ Pero cómo? Nadie le había visto jamás salir del convento, ni sabía que
comprara las bellas rosas.
Una mañana les extrañó que se había levantado pero no lo hallaban por
ninguna parte.
Al fin, se reunieron en la Capilla, y cada monje que entraba quedaba
asombrado, pues el Hermano Lego estaba arrodillado frente a la imagen
de la Virgen, recitando extasiado sus Avemarías, y a cada una que dirigía
a la Señora , una rosa aparecía en los floreros.
Así al terminar sus 150 saludos, cayó muerto a los pies de la Virgen.
Con el correr de los años, Santo Domingo de Guzmán, (se dice que por
revelación de la Santísima Virgen) dividió los 150 Avemarías en tres grupos
de cincuenta, y los asoció a la meditación de la Biblia:
Los Misterios Gozosos , Los Misterios Dolorosos y los Misterios Gloriosos,
a los cuales el Beato Juan Pablo II añadió los Misterios Luminosos.
Lleven su Rosario consigo todos los días. Cuando rezas tu Rosario es un
dolor de cabeza para Satanás, colapsa y se desvanece.
Que Dios los Bendiga.
Roberto.